Manu quería sorprender a su prima en el día de su boda, con un regalo diferente. Había preparado un mogollón de monedas que mezclaría con harina y algún que otro condimento más y lo metería todo en una caja. La primera caja que se le vino a la mente fue una de madera normal, pero cuando vio mis cajas personalizadas quiso una para su regalo. En este caso el diseño lo preparó él (unas fotos de todos los implicados en el regalo y unas señales de advertencia) y decidió solo decorar la tapadera de la caja. Yo sólo puse "la mano de obra" para plasmar en la caja su idea mediante la técnica de decoupage.
Estas cajas son ideales para regalos, es una forma divertida y original de hacer un regalo totalmente personalizado y la persona que lo recibe sabe que el regalo está pensado y hecho exclusivamente para ella.
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